Tu desarrollo personal es tu destino: aquello en lo que te conviertes se acaba reflejando directamente en lo que obtienes. Por eso, no hay mejor inversión que la que se hace en uno mismo. Y ¿cuál es la mejor forma de conseguirlo? Aprendiendo de los mejores, de las personas que han logrado los mejores resultados en diversas parcelas (dinero, éxito, relaciones, liderazgo, etcétera), que a ti también te gustaría alcanzar. Tu mayor activo es tu capacidad de aprender. Jim Rohn, uno de los mejores expertos en desarrollo personal, señalaba: «El aprendizaje es el comienzo de la riqueza. El aprendizaje es el comienzo de la salud. El aprendizaje es el comienzo de la espiritualidad. En buscar y aprender es en donde los milagros tienen sus comienzos». No hay nada que no esté a tu alcance si tienes una idea clara, precisa y concreta de lo que deseas y una inquebrantable determinación para ir en su búsqueda.
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